Los pacientes y la ciudadanía, en toda su amplitud, tienen que formar parte de esta toma de decisiones que debe ser compartida.
El papel del paciente tiene que ser activo. Cada vez más pacientes son expertos en su enfermedad, no sólo en conocimientos técnicos, sino en experiencia; conviviendo con la enfermedad, conocen sus preocupaciones, los beneficios de una actitud, lo que les perjudica, las dificultades en su vida diaria, las deficiencias del sistema sanitario respecto a las necesidades que tienen con su enfermedad, conocen los riesgos de las actitudes terapéuticas y la información que poseen sobre sus enfermedades es amplia. Ya no somos los pacientes y la ciudadanía agentes pasivos, sino gestores y generadores de nuestra salud.
Soy un defensor del empoderamiento de la ciudadanía en temas de salud y defiendo la toma de decisiones compartida entre los profesionales, que aportan su conocimiento técnico, su estudio, sus investigaciones, y los pacientes, que aportan su vivencia.
Esta toma de decisiones compartida se viene realizando desde hace varios años en un nivel básico, como es el momento de firmar el Consentimiento informado para una prueba diagnóstica o una intervención quirúrgica. Profesionales y pacientes conversan y deciden libremente. El profesional informa de las posibilidades terapéuticas desde su conocimiento, el paciente pregunta sus dudas, expone sus miedos, sus preocupaciones, valora los riesgos, mide beneficios y entre ambos deciden qué es lo mejor. Esta toma de decisiones hay que llevarla a una escala superior, a la toma de decisiones en las políticas sanitarias que afectan a la salud de todos y todas.
Las asociaciones de pacientes, asociaciones de vecinos o los movimientos sociales relacionados con la Sanidad deben formar parte de las iniciativas, de las acciones y de las evaluaciones en salud pública y servicios sanitarios conjuntamente con profesionales y políticos. Esta participación debe regirse por un código ético, donde se declare de forma explícita cualquier posible conflicto de intereses para que la toma de decisiones se realice exclusivamente en aras del bien común.
Empoderar a la ciudadanía en temas de salud es poner en valor su experiencia y sus conocimientos. Los ciudadanos y ciudadanas queremos participar en la política sanitaria. Es un derecho que nos asiste. Cuando seamos capaces de tomar las decisiones políticas en Sanidad entre profesionales, políticos y ciudadanía, éstas se realizarán en pro del bien común, cerrando la puerta a otros poderes que las toman en su propio beneficio.
Recordamos que SALUD A DIARIO es un medio de comunicación que difunde información de carácter general relacionada con distintos ámbitos sociosanitarios, por lo que NO RESPONDEMOS a consultas concretas sobre casos médicos o asistenciales particulares. Las noticias que publicamos no sustituyen a la información, el diagnóstico y/o tratamiento o a las recomendaciones QUE DEBE FACILITAR UN PROFESIONAL SANITARIO ante una situación asistencial determinada.
SALUD A DIARIO se reserva el derecho de no publicar o de suprimir todos aquellos comentarios contrarios a las leyes españolas o que resulten injuriantes, así como los que vulneren el respeto a la dignidad de la persona o sean discriminatorios. No se publicarán datos de contacto privados ni serán aprobados comentarios que contengan 'spam', mensajes publicitarios o enlaces incluidos por el autor con intención comercial.
En cualquier caso, SALUD A DIARIO no se hace responsable de las opiniones vertidas por los usuarios a través de los canales de participación establecidos, y se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso cualquier contenido generado en los espacios de participación que considere fuera de tema o inapropiados para su publicación.
* Campos obligatorios