La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha publicado un Decálogo de recomendaciones para el consumo responsable de los complementos alimenticios en el que advierte de que un producto natural “no es sinónimo de un producto seguro” y aconseja “desconfiar de los complementos que se anuncian “como soluciones milagro a sus problemas”.
Sanidad ha difundido estas recomendaciones tras el fallecimiento de una joven en Don Benito (Badajoz) que fue hospitalizada en estado de coma debido a una intoxicación aguda por ácido alfa-lipoico, un complemento utilizado para adelgazar por sus supuestas propiedades quemagrasas. Al parecer, la mujer, que había adquirido el producto por internet, tomó por error dosis superiores a las aconsejadas.
En el decálogo publicado para promover un consumo responsable de los complementos alimenticios (puede consultarse completo aquí), Sanidad expone las siguientes recomendaciones:
1. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta equilibrada.
2. Siga siempre las instrucciones de uso proporcionadas en el envase
3. Preste atención a los ingredientes que contiene por si es alérgico o intolerante a alguno de ellos
4. No consuma un complemento alimenticio en dosis superiores a las que se indican en la etiqueta.
5. Un producto natural no es sinónimo de un producto seguro.
6. Informe siempre a su médico de los complementos alimenticios que está consumiendo, sobre todo si padece alguna enfermedad subyacente; si tiene previsto someterse a una intervención quirúrgica; si está embarazada o en periodo de lactancia; si está considerando darle un complemento alimenticio a un niño y de cualquier efecto perjudicial o reacción adversa que observe
7. Desconfíe de los complementos que se anuncian con propiedades y efectos increíbles o como soluciones “milagro” a sus problemas.
8. No compre complementos alimenticios de fuentes desconocidas, sino en canales de distribución de alimentos autorizados o en la farmacia.
9. Para reducir el sobrepeso y el exceso de grasa se recomienda reducir la ingesta de calorías con una dieta de alimentos adecuada y, al mismo tiempo, aumentar el gasto de energía mediante un adecuado nivel de actividad física.
10. En general, incluso si hace deporte, con una dieta variada y equilibrada que incluya una adecuada hidratación puede cubrir las necesidades nutricionales de su cuerpo.
No están probados los efectos quemagrasas del ácido alfa-lipoico
En cuanto al consumo del producto que originó la muerte de la joven en Don Benito tras una intoxicación, el ácido alfa-lipoico, los especialistas de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) han comunicado este jueves que desaconsejan su empleo como suplemento alimentario, “ya que no está probado que tenga efectos beneficiosos para la salud, por ejemplo, el de quemagrasas“.
Desde la SEEN se recuerda que, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el ácido alfa-lipoico es un componente no-esencial de algunos alimentos que contienen sulfuro. Está presente en alimentos, generalmente unido a proteínas, a muy baja concentración (en torno a 0.3 mg/100 g de las fuentes alimentarias que son más ricas en él, como las espinacas, dentro de los vegetales, y los riñones, dentro de la carne) y se puede medir en los alimentos por métodos estandarizados.
Por otro lado, los especialistas resaltan que la estructura química de esta sustancia es diferente cuando se presenta de forma natural en los alimentos, en comparación a la forma que se utiliza en los suplementos alimentarios.
En este sentido, y tras una revisión científica, un panel de expertos a nivel europeo concluyó que, debido a falta de evidencia científica, no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo del ácido alfa-lipoico y los efectos beneficiosos que se les atribuye, entre ellos:
• La protección de los lípidos del cuerpo del daño oxidativo.
• El mantenimiento de concentraciones normales de colesterol en la sangre.
• La reducción de la grasa corporal.
• El incremento de la beta-oxidación de los ácidos grasos.
• La regeneración de genes.
Por todo ello, y debido a que estas propiedades no están probadas científicamente, los especialistas en Endocrinología y Nutrición no aconsejan su consumo como suplemento alimenticio.
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