Este año, la entidad ha elegido el lema SOS soledad, yo también cuento para alertar de que la soledad no deseada "es una de las lacras de las sociedades llamadas a sí mismas avanzadas" y recordar que las mujeres y hombres con discapacidad "se enfrenten en su día a día a situaciones de aislamiento social, de separación de la vida en comunidad, que provocan mayores dosis de soledad forzosa".
"La falta de accesibilidad de entornos, productos y servicios; la imposibilidad o la dificultad extrema de ejercer los derechos fundamentales; la inactividad obligada; la ausencia extendida de apoyos para una autonomía personal efectiva; residir en medios con escasez de recursos por la deficiente y no equitativa distribución de los mismos, como es el rural, y la pervivencia en el imaginario social de actitudes reticentes y negativas sobre el valor de las personas con discapacidad" son algunas de las causas que producen y agravan las situaciones de soledad no querida entre las personas con discapacidad.
Entre ellas, quienes sufren mayor riesgo son las personas mayores, la infancia víctima de violencia, las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo o con problemas de salud mental, aquellas con discapacidades sobrevenidas en la vida adulta o en la edad avanzada y, en general, la que presentan grandes necesidades de apoyos. "Todo lo anterior se multiplica si se trata de mujeres con discapacidad", recalcan los representantes del CERMI.
Con rostro de mujer
Según los estudios sociológicos disponibles, más de un 20% de las personas con discapacidad viven solas y un 38% de ellas sufren una soledad no deseada. Más de siete de cada diez son mujeres.
Para acabar con esta situación, la organización plantea la necesidad de cumplir los mandatos de la Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad, cuyo eje es la inclusión y la vida en comunidad. Además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijan como una de sus prioridades "no dejar a nadie atrás".
Entre las medidas concretas que plantea la plataforma representativa de la discapacidad en España para luchar contra la soledad no querida entre las personas con discapacidad destaca la dotación de plena accesibilidad de los entornos, productos y servicios de interés, empezando por las viviendas, para que no existan dificultades añadidas de participación social. Además, reclama "una estrategia estatal de inclusión en la comunidad que permita a las personas institucionalizadas vivir según sus propios deseos y preferencias, acogiéndose a fórmulas de vida inclusivas en la comunidad".
Desde el CERMI también se pide "apostar por el impulso de la empleabilidad de las personas con discapacidad, impulsar medidas de apoyo a la autonomía personal, implementar campañas de toma de conciencia para eliminar estereotipos sobre las personas con discapacidad y contar con programas de acompañamiento a familias de personas con discapacidad".
"La lucha contra el acoso escolar por razón de discapacidad, aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías para el acompañamiento y empoderamiento de las personas mayores con discapacidad, favorecer el voluntariado social, crear una estrategia nacional de desarrollo rural inclusivo, mejorar la formación de los equipos profesionales de los servicios públicos para que sepan detectar situaciones de soledad, contar con información accesible sobre los recursos existentes para personas con situación de soledad y confeccionar estudios que analicen en profundidad las situaciones de soledad" entre las personas con discapacidad son otras de las propuestas del movimiento CERMI para mitigar este problema.
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